Ahorrar siendo autónomo




Una de las preocupaciones que tienen los autónomos, y más en los tiempos que corren, es el ahorrar, porque a más ahorro mayores son los beneficios. No es cuestión de obsesionarse, pero sí tomar una serie de medidas que puedan ayudar a tener negocios más rentables.

Electricidad

Asignar horarios en que se consuma menos electricidad, hacer menos uso de elementos que requieren de energía eléctrica cuando se existen alternativas o no desaprovechar la energía. No dejar nada encendido cuando no es necesario y tender a elementos de bajo consumo pueden ser unas ideas muy provechosas.

Tinta, material de oficina y materiales consumibles

Se pueden comprar por lotes si se van a necesitar, se puede utilizar elementos sin marca con la misma calidad o incluso recargar la tinta. Combustible. Existen muchas acciones y consejos que se pueden realizar para gastar menos combustible. Hay que aprovechar los viajes y evitar usar el coche si no es necesario.

Agua

El agua sólo debe utilizarse cuando es necesario.

Internet

Existen ciertos trucos que permiten ahorrar el consumo de internet si tiene límites. Para ahorrar en la factura de internet hay que conocer las ofertas de las operadoras y contratar el adsl más barato.

Programas informáticos.

Existen programas gratuitos que cumplen a la perfección las mismas funciones que los de pago, ¿por qué no utilizarlos?

Telefonía

Tener en cuenta las ofertas, los bonos, las promociones y evitar llamadas que no son necesarias puede ayudar a ahorrar en este aspecto. Se pueden utilizar sistemas de comunicación gratuitos, como skype por poner un ejemplo. Además, la principal base del ahorro es evitar los gastos hormiga o gastos que no son necesarios e intentar conseguir las cosas más baratas.

Además, una buena idea puede ser crear una lista de los gastos para ver en qué se va el dinero y de qué se puede prescindir, para conocer la magnitud del problema. Un buen consejo puede ser anotar los gastos que se realizan en la empresa, o a nivel personal, en el momento en que se realizan y después hacer una valoración en aquello que se puede ahorrar, bien prescindiendo de ello, haciendo un uso más racional, haciendo compras en lotes o no comprando marcas.

Puede ser también bueno crear un presupuesto y cumplirlo, además de contar con un fondo de emergencia, que nunca se sabe cuándo puede ser necesario.